Álvaro Pérez Herrasti, nace en el seno de una familia fuertemente relacionada con el mundo del arte. Su abuelo pintó como aficionado y dirigió la marca de porcelanas Bidasoa. Álvaro decide desde joven emprender su actividad artística “a su propio ritmo”, sobre todo en la práctica del dibujo . Desde su casa observa el trasiego y paso diario de varios pintores de la rama Narváez de su familia paterna. Con anterioridad a su dedicación a la pintura, dedico tres años al estudio de la cerámica.
La tauromaquia y el mundo del toro son sus primeras fuente de inspiración. El colorido de las plazas de toros en días de corrida eran un fuerte contraste con la austeridad de lo que predominaba en la vida cotidiana de los años sesenta.
Su temática central gira en torno al paisaje, los animales y las plantas, haciendo gran hincapié en las técnicas que permiten revelar el color de estos objetos. En los primeros tiempos tuvo predilección por la vida rural y sus temáticas, su luz; actualmente se interesa más por la luz de la ciudad:“ los colores más chillones de lo urbano han ido metiéndose cada vez más en mi subconsciente”.
Fue formado en el centro ARAUCO durante 10 años.
www.alvaroherrasti.com